Una patada. Un segundo. Un silencio ensordecedor.
Eso fue lo que se vivió en Mendizorroza cuando Kylian Mbappé, con la camiseta del Real Madrid aún oliendo a estreno, cometió un error que podría costarle caro. Era el minuto 38 cuando entrada terminaría sobre Antonio Blanco paralizó a todos: primero fue amarilla, pero tras revisión en el VAR, la tarjeta cambió de color… y también el guion del partido.
Mbappé, el fichaje estrella, se marchó expulsado por primera vez con los blancos. La imagen del francés saliendo cabizbajo dejó una pregunta en el aire: ¿y si se pierde la final de Copa del Rey contra el Barcelona?
El árbitro vio perfectamente el entradón de Mbappé y no sé atrevió a expulsarlo. Tremendo. https://t.co/wjOlUZ3qdj
— -1899- (@_Futbolero_) April 13, 2025
Todo parecía controlado. Camavinga había adelantado a los merengues, pero esa acción desató una tormenta inesperada. Según el reglamento, una acción de esa gravedad podría derivar en hasta tres partidos de sanción. Si eso ocurre, Kylian no solo se perdería los encuentros ante Athletic y Getafe, sino también el duelo más esperado del mes: la final de Copa del Rey, el 26 de abril.
Sería su cuarta expulsión como profesional —las otras tres fueron con el PSG, dos de ellas también contra Rennes—, pero ninguna tan inoportuna como esta. El Real Madrid, que busca cerrar la temporada con otro título, podría tener que enfrentarse al eterno rival sin su máximo referente ofensivo.
Para colmo, no fue la única roja del encuentro. Manu Sánchez también fue expulsado tras una peligrosa entrada sobre Vinicius Junior. El partido se tiñó de rojo en una noche que pintaba blanca.
El fútbol, como la vida, cambia en un instante. Y para Mbappé, ese instante podría tener el precio de una final.
