En una tarde gris en Londres, el Tottenham Hotspur Stadium fue testigo de un duelo cargado de tensión y drama. El Tottenham, ansioso por redimirse ante su afición tras una racha de 105 días sin ganar en casa, recibió a un Manchester United herido, navegando en aguas turbulentas esta temporada.
Desde el pitido inicial, los ‘Spurs‘ mostraron determinación. Apenas transcurridos 13 minutos, James Maddison aprovechó un balón suelto en el área tras un rechace defectuoso de André Onana, enviándolo al fondo de la red y desatando la euforia local.
El Manchester United, bajo la dirección de Rúben Amorim, intentó reaccionar. Sin embargo, la ausencia de jugadores clave debido a lesiones dejó al equipo debilitado, obligando al técnico a recurrir a jóvenes inexpertos. Alejandro Garnacho tuvo en sus pies la oportunidad de igualar, pero su disparo se fue desviado, reflejando la falta de precisión que ha aquejado al equipo durante toda la temporada.
Spurs make it back-to-back victories thanks to James Maddison's effort 👊#TOTMUN pic.twitter.com/5Ew1pKFIi8
— Premier League (@premierleague) February 16, 2025
Con esta derrota, la duodécima en 25 partidos, el Manchester United se hunde en la 15ª posición de la tabla, a 15 puntos de los puestos de Champions League y solo 12 por encima de la zona de descenso. Una situación alarmante que no se veía desde la temporada 1973-74, cuando el club descendió.
Por su parte, el Tottenham asciende al 12º lugar con 30 puntos, encontrando un respiro en medio de una temporada irregular. El técnico Ange Postecoglou expresó su optimismo tras el encuentro, destacando el retorno de jugadores clave y la esperanza de un mejor desempeño en lo que resta de la temporada.
La afición del Tottenham, que antes del partido protestó enérgicamente contra la directiva del club, encontró alivio momentáneo con esta victoria. Mientras tanto, los seguidores del Manchester United ven con preocupación cómo su equipo, históricamente dominante, se tambalea en una de sus peores crisis en décadas.
