En una gélida noche de enero, el Barcelona encontró en el Estadio Olímpico Lluís Companys a su nueva joya: Lamine Yamal. Con apenas 17 años, el extremo español ofreció una exhibición que quedará grabada en la memoria de los presentes. Su actuación en los octavos de final de la Copa del Rey no solo reafirma su potencial, sino que lo coloca en la misma conversación que figuras como Lionel Messi y Raúl en sus inicios.
Con un gol y una asistencia, anulados otros tantos por decisiones del VAR, Yamal se convirtió en el protagonista absoluto de una noche mágica para el Barça, que venció 3-1 al Betis. Desde el primer minuto, su velocidad, regate y visión de juego dejaron claro que no hay defensa capaz de contenerlo. Cada toque suyo mejoraba la jugada, desatando los aplausos de una afición que sabe reconocer el talento generacional.
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— FC Barcelona (@FCBarcelona) January 15, 2025
El Betis, pese a sus intentos, no pudo contener el torbellino azulgrana. Incluso cuando el VAR anuló un gol de Koundé tras un pase quirúrgico de Yamal, la sensación de superioridad culé no disminuyó. En el segundo tiempo, el joven extremo finalmente logró su ansiado gol. Fue el premio merecido para quien, más que jugar, había dictado las reglas del partido.
La victoria del Barcelona, respaldada por su reciente conquista de la Supercopa de España, consolida un inicio de 2025 prometedor. Pero más allá del equipo, la figura de Lamine Yamal emerge como el mayor atractivo de una noche que tuvo magia, emoción y un destello de lo que podría ser el futuro del fútbol mundial.
