Es el minuto 89 de un partido que no se juega en el césped, sino en los tribunales. El Barcelona ha recibido un duro golpe en su intento por inscribir a Dani Olmo, uno de los fichajes más sonados de la temporada. El juez Ignacio Fernández de Senespleda ha negado la cautelar que el club solicitó desesperadamente para habilitar al talentoso mediapunta de cara al segundo tramo de la campaña 24-25.
El panorama es desolador para el equipo catalán. Según adelantó Mundo Deportivo, el fallo también afecta a Pau Víctor, otro jugador cuya inscripción dependía de esta resolución. Ambos fueron registrados provisionalmente en enero pasado, aprovechando las lesiones de Ronald Araujo y Andreas Christensen. Pero con la recuperación de los defensores, el Fair Play Financiero de LaLiga exige un ajuste que el Barça aún puede cumplir.
Ni siquiera el reciente acuerdo multimillonario con Nike, aprobado en una Asamblea Extraordinaria, ha logrado equilibrar las cuentas. Al club le faltan 60 millones de euros antes del 31 de diciembre para cumplir con la regla del 1:1. Las opciones restantes no son muchas: la comercialización de las butacas VIP del Camp Nou por 120 millones, o recurrir al aval de la junta directiva.
El lunes 30 será clave. El Barcelona plantea presentar una nueva demanda contra LaLiga, alegando que las normas de inscripción vulneran los derechos de los futbolistas al depender de un organismo que consideran incompetente: la Comisión Delegada de LaLiga. Mientras tanto, desde las oficinas del Camp Nou intentan transmitir calma a Olmo, aunque la presión es evidente.
Con Dani Olmo atrapado en esta intrincada red legal y financiera, el tiempo corre en contra de un Barcelona que no puede permitirse el lujo de dejar a su estrella en la grada durante media temporada. El reloj sigue avanzando, y el desenlace de esta historia promete ser tan emocionante como un gol en el último minuto.
