El sueño de Endrick en el Real Madrid está tardando más de lo previsto… y el reloj ahora corre en su contra. Aquel chico brasileño de los 60 millones, que llegó para romperla, hoy enfrenta su reto más duro desde que aterrizó en Europa: su cuerpo le ha dicho «aún no».
El 18 de mayo fue la fecha que marcó su primera gran recaída: lesión en el tendón de la corva del muslo derecho. Se perdió el Mundial de Clubes, el torneo que pudo haber sido su carta de presentación global. Y cuando parecía estar cerca de volver una recaída volvió a encender las alarmas.
Primero The Athletic y luego Marca lo confirmaron: entre ocho a diez semanas fuera. Justo cuando se hablaba de química con Xabi Alonso y minutos reales. Todo se esfuma… por ahora.
Pero mientras una puerta se cierra, otra se abre. Gonzalo, el canterano que estaba apunto de ser cedido al Getafe, aprovechó su oportunidad. Con la baja de Endrick y la gastroenteritis de Mbappé, se ganó la titularidad en el Mundial de Clubes… y fue el máximo goleador del torneo. Nada mal para un jugador que apenas iba a salir cedido.
Ahora, con Endrick en la enfermería y el calendario en marcha, el Real Madrid valora mantener a Gonzalo en el primer equipo. La historia da un giro inesperado: uno sufre, el otro despega.
Xabi Alonso tendrá que esperar para contar con una de las grandes apuestas del club. Endrick, mientras tanto, deberá comenzar de nuevo. Rehabilitarse. Reinventarse. Y volver más fuerte. Porque en el fútbol, los minutos no se piden… se ganan.
