Una batería llena. Un reloj de arena. Una imagen. Y un estadio pendiente de un hombre que puede cambiarlo todo.
En Milán, este lunes no fue uno más. En la última sesión previa a la vuelta de semifinales de Champions League frente al Barcelona, la noticia corrió como pólvora entre hinchas, periodistas y jugadores: Lautaro Martínez volvió a entrenarse con normalidad. Y no fue un entrenamiento cualquiera. Fue una señal.
El capitán del Inter, héroe del Giuseppe Meazza y máximo goleador histórico del club en la Liga de Campeones, había encendido las alarmas hace una semana cuando cayó lesionado del aductor en la ida en Montjuïc. Su presencia para la vuelta era una incógnita. Hasta hoy.
Lautaro apareció primero con ejercicios personalizados. Luego se sumó al grupo. Su rostro transmitía concentración, pero también energía. Como si supiera que esta semifinal no se juega: se pelea.
La notte delle stelle si avvicina 💫#ForzaInter #UCL #InterBarcellona pic.twitter.com/3KTRufAmp0
— Inter ⭐⭐ (@Inter) May 5, 2025
Un día antes, su publicación en redes sociales ya había generado revuelo. Una simple imagen suya entrenando en el gimnasio acompañada de dos emojis: ⏳🔋. La espera y la energía renovada. Nada más. Nada menos.
Simone Inzaghi, su entrenador, fue claro en rueda de prensa:
«Veremos cómo se siente. No se entrena desde el partido en Barcelona. Si no puede ser titular, es complicado que juegue los últimos 25 minutos».
La decisión final se tomará el mismo martes por la mañana. Todo dependerá de las sensaciones. Porque a estas alturas de la temporada, no se trata solo de estadísticas, ni de músculo. Se trata de instinto. De liderazgo. De historia.
Y si hay alguien que sabe de eso, es Lautaro Martínez.
🚨⚫️🔵 Lautaro Martínez and Benjamin Pavard are both back in initial team training ahead of Inter-Barcelona. pic.twitter.com/T2nm51iMqp
— Fabrizio Romano (@FabrizioRomano) May 5, 2025
