El Real Madrid volvió a tropezar. El empate sin goles ante el Rayo Vallecano en el Bernabéu fue un nuevo ejercicio de impotencia ofensiva. Apenas hubo ocasiones, ni ritmo, ni soluciones para un equipo que llegó sin confianza tras la caída en Anfield y que se marcha al parón internacional con una evidente falta de frescura.
El Rayo de Íñigo Pérez fue todo lo contrario: ordenado, valiente y sin miedo. Supo presionar en momentos clave y desactivar a un Mbappé desconocido. Los blancos, pese al dominio territorial, no encontraron caminos claros. Güler, demasiado retrasado, no conectó con los de arriba, y el equipo se quedó sin imaginación ni variantes.
🎙️ @XabiAlonso: "We must keep growing, improving and make positive self-criticism." pic.twitter.com/HJ8z0C3a8O
— Real Madrid C.F. 🇬🇧🇺🇸 (@realmadriden) November 9, 2025
La falta de un ‘9’ volvió a ser evidente. Sin rematador ni recursos desde fuera, el Madrid apenas inquietó. El resultado, justo, deja una sensación preocupante más allá del marcador: el líder sigue siendo líder, pero la imagen se erosiona.
Si el Barcelona gana esta noche, LaLiga se apretará de nuevo. Y lo cierto es que, más allá de los puntos, el Madrid se va al parón con más preguntas que respuestas.
