El derbi sevillano siempre es especial. En el encuentro 143 de su historia, el Real Betis logró llevarse los tres puntos en un duelo que tuvo de todo: goles, tensión e incluso la suspensión temporal del juego.
El choque resultó en un partido vibrante, donde resaltaron las oportunidades de gol, la intensidad y el peso de la historia.
Un primer tiempo de estudio
Los primeros 45 minutos fueron un clásico en toda la extensión de la palabra. Fue un partido reñido, con dos equipos que buscaban hacerse daño, pero priorizando evitar errores. Que en El Gran Derbi cuestan el doble.
El Sevilla FC llegaba con necesidad tras perder en Cornellà contra el Espanyol. Mientras que el cuadro verdiblanco busca consolidarse en puestos de Europa.
La tensión del encuentro resaltó en cada jugada, dejando duelos individuales intensos, como el cara a cara latinoamericano entre Marcão y Nelson Deossa al minuto 10.
La magia de Fornals y la sentencia de Altimira para el Real Betis
Al minuto 54, Pablo Fornals rompió la paridad. Logró robarle el balón a Batista Mendy y, tras tres regates para dejar en el camino a dos rivales, quedó solo frente al arco para definir. Odysseas Vlachodimos, se abrió de piernas intentando cubrir el espacio, pero no pudo hacer nada.
Más tarde, al minuto 67, Sergi Altimira anotó el segundo del juego. La jugada nació de un tiro de esquina que el mediocampista controló sin marca y remató con facilidad a pesar de que el portero salió rápidamente al achique.
La suspensión del encuentro
El segundo tanto provocó que el Ramón Sánchez-Pizjuán perdiera el control. Luego la tensión escaló tras la expulsión de Isaac Romero al minuto 85.
El árbitro Munuera Montero decidió suspender el partido momentáneamente. La razón fue por el lanzamiento de objetos al terreno por parte de la afición sevillista.
Casi media hora después, el juez reanudó el compromiso, pero el marcador ya era una losa muy pesada para el local. Con este resultado, el Real Betis se afianza en la quinta posición, mientras que el Sevilla profundiza su crisis y vive un momento de ruptura con sus hinchas.
