San Sebastián se convirtió en el escenario de una película futbolera. El FC Barcelona sufría para romper la muralla de la Real Sociedad, hasta que apareció el chico de 18 años que juega como si llevara toda una vida en la élite: Lamine Yamal.
Eran 20 días de ausencia por una lesión en el pubis. Veinte días de espera para los culés. Pero Lamine volvió con la energía de siempre. Antes del pitido inicial, levantó el Trofeo Kopa ante la afición, recordando que es el presente y futuro del fútbol mundial.
En el minuto 57 entró al campo. En el 59 ya había cambiado la historia. Con su primer balón encaró a Aihen Muñoz, aceleró como un rayo y colocó un centro preciso al área. Allí, Robert Lewandowski cabeceó el 2-1, desatando la locura.
💎 ¡Lamine Yamal ESTÁ DE REGRESO!
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Lo cuenta Mundo Deportivo: “el impacto de Lamine fue mayúsculo, le dio otro ritmo al Barça”. Y lo confirma Sport: “entró y revolucionó el partido con su descaro y calidad”.
¡Asistencia de Yamal… Gol de la Real Sociedad! ⚽️🔥
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El Barça le da la vuelta al encuentro #LaLiga #BarcaRealSociedad pic.twitter.com/eVRv3ToIUV
No fue solo la asistencia. Fue la magia de siempre: caños, regates imposibles y esa frescura que parece inagotable. Como si la lesión hubiera sido solo una pausa en la película de un jugador que no conoce de miedos ni de límites.
El FC Barcelona ganó, pero la historia que se lleva la noche tiene nombre y apellido: Lamine Yamal, el chico que necesitó solo un minuto para cambiarlo todo.