Trent Alexander-Arnold no ha dormido bien en semanas. Pero no por ansiedad o duda… sino por la emoción contenida de un sueño que se ha hecho real. Este jueves, el lateral inglés firmó con el Real Madrid hasta 2031 y fue presentado oficialmente ante los medios y la afición blanca. El mismo jugador que creció viendo a Beckham y Cristiano con la camiseta merengue, hoy se la puso por primera vez, con el dorsal 12 a la espalda y una sonrisa imposible de disimular.
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— Real Madrid C.F. (@realmadrid) June 12, 2025
En su presentación, habló con emoción, con humildad, pero también con una seguridad que solo da el haber cumplido un anhelo. «Si algún día salía del Liverpool, era solo para jugar aquí», sentenció. Su respeto por los ‘reds’ fue absoluto, agradeciendo a los aficionados, dueños y cuerpo técnico por tantos años de apoyo. Pero su mirada ya está en Chamartín.
Recordó a Bellingham, con quien habló sobre lo que representa ser madridista, y a Dean Huijsen, con quien compartió vacaciones. Habló también de Xabi Alonso, a quien considera su ídolo y espera conocer pronto en la gira americana rumbo al Mundial de Clubes. Sus palabras fluyeron como un río de ilusiones: «Estoy aquí para ganar títulos, crecer, y disfrutar con los mejores».
Florentino Pérez lo recibió con elogios: «Podías haber seguido tu carrera en Liverpool, pero has decidido venir aquí. Nunca lo vamos a olvidar». Y es que no todos los días llega al Real Madrid un jugador que representa a una generación entera de futbolistas ingleses: los que crecieron soñando con Europa… y la acabaron conquistando.
Trent sabe que no será fácil, pero llega preparado para competir, para aprender de Carvajal, para dejar huella en el club más laureado del planeta. «Ahora empieza el trabajo», dijo. Y con ello, arranca una nueva era para él. Una que ya es historia antes incluso del primer balón tocado.
Trent sabe que no será fácil, pero llega preparado para competir, para aprender de Carvajal, para dejar huella en el club más laureado del planeta. “Ahora empieza el trabajo”, dijo. Y con ello, arranca una nueva era para él. Una que ya es historia antes incluso del primer balón tocado.
