El Atlético resiste, pero no remata: un punto con sabor a derrota
El fútbol tiene reglas no escritas, y una de ellas es que el Atlético de Madrid nunca lo tiene fácil. En el Metropolitano, el sufrimiento no es opción, es costumbre. Esta vez, el equipo del ‘Cholo‘ Simeone libró una batalla infernal: 83 minutos con un hombre menos, un rival hambriento y una oportunidad dorada para asaltar el liderato de LaLiga. Pero al final, solo pudo rescatar un punto que deja una sensación agridulce.
Un arranque de locura
El partido no llevaba ni diez minutos cuando Pablo Barrios se convirtió en protagonista… por las razones equivocadas. Un control largo, un intento de recuperar el balón y, en cuestión de segundos, la cartulina roja tras la revisión del VAR. El Atleti se quedaba con diez, la estrategia cambiaba por completo y el Celta, de pronto, tenía el escenario perfecto para un golpe de autoridad.
Pero el fútbol no siempre responde a la lógica. Lejos de desmoronarse, los rojiblancos se replegaron y resistieron con una disciplina defensiva que ya es marca de la casa. Oblak se convirtió en el último muro, mientras Giuliano Simeone corría como si tuviera diez pulmones, dejando el alma en cada jugada.
Aspas desata el caos
El Atleti contenía al Celta, pero los visitantes tenían un as bajo la manga: Iago Aspas. El ‘Príncipe de las Bateas’ entró al campo con una sola misión: cambiar el partido. Y lo hizo. Al minuto 66, Borja Iglesias cayó en el área y el árbitro señaló el punto penalti. Aspas tomó el balón, enfrentó a Oblak y, con la frialdad de un verdugo, lo venció desde los once pasos.
El Metropolitano enmudeció. Pero si hay algo que define al Atlético de Madrid es su ADN de lucha. Simeone no dudó: mandó toda su artillería al campo, incluyendo a Alexander Sorloth. Y cuando todo parecía perdido, el noruego apareció como un martillo demoledor.
Un último aliento para evitar el desastre
Minuto 81. Un pelotazo al área, Sorloth se sacude la marca de Starfelt y saca un disparo seco, imposible para Guaita. 1-1. El Metropolitano explotó. No era una victoria, pero sí un golpe de orgullo.
El Atleti lo intentó hasta el final, pero el tiempo se agotó. Un empate que sabe a alivio, pero también a oportunidad desperdiciada. La cima de LaLiga sigue al alcance, pero el margen de error se achica.
🔴⚪ El Atleti nunca deja de creer… pero, esta vez, tampoco terminó de convencer.