El 7 de noviembre de 2025 quedará grabado en la memoria azulgrana como el día en que el corazón del Barcelona volvió a latir en casa. Tras 893 días desde aquel 3-0 al Mallorca que cerró la temporada 2022/23, el Camp Nou volvió a llenarse de vida con un entrenamiento de puertas abiertas ante 23.000 aficionados.
Desde primera hora, los alrededores del estadio se convirtieron en un punto de reencuentro y emoción compartida. Familias, socios veteranos y nuevas generaciones se mezclaron en un mismo sentimiento: volver a casa. El ambiente recordaba a una jornada de gala, con cánticos, bufandas al viento y la mascota CAT animando la fiesta.
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— FC Barcelona (@FCBarcelona) November 7, 2025
Aunque el aforo se limitó a la fase 1A —tribuna y Gol Sur—, el simbolismo de la jornada trascendió cualquier restricción. La tercera gradería, aún en obras, mostraba los avances de una remodelación que cambiará para siempre la experiencia culé.
Hansi Flick, visiblemente emocionado en su primera aparición pública en el estadio, encabezó la salida al césped junto a su cuerpo técnico. Y el momento culminante llegó cuando Lamine Yamal y Roony Bardghji fueron los últimos en pisar el campo, recibiendo una ovación que hizo temblar los cimientos del nuevo Spotify Camp Nou.
Durante una hora, los jugadores calentaron, saludaron y se fundieron en aplausos con una afición que volvía a sentir la piel de gallina. Porque, aunque el estadio no esté aún terminado, el alma del Barça volvió a latir donde siempre perteneció.
