Marc-André ter Stegen, el guardián alemán que ha salvado al Barça en innumerables batallas, había sido despojado de la capitanía el jueves, apenas dos días después de que el club abriera un expediente disciplinario por una disputa sobre su estado físico tras una cirugía de espalda el pasado julio.
Según medios locales como Sport y Mundo Deportivo, la raíz del problema era su negativa inicial a entregar los detalles médicos a la directiva. El objetivo: que LaLiga lo catalogara como baja de larga duración, permitiendo al club liberar parte de su salario del límite salarial.
Un gesto más financiero que deportivo, en un contexto donde Barcelona sigue encadenado por el fair play económico.
Pero el guion dio un giro. En un comunicado nocturno, el Barça anunció que Ter Stegen había firmado la documentación requerida, cerrando el expediente y devolviéndole la capitanía de inmediato.
El propio jugador, horas antes, había roto su silencio en Instagram:
«En las últimas semanas se han dicho muchas cosas de mí —algunas sin fundamento—. Mi compromiso con estos colores sigue siendo absoluto», escribió.
Añadió que la decisión de operarse fue consensuada con el club y con un único objetivo: volver lo antes posible para seguir ganando títulos.
🚨 OFFICIAL: Barça have returned the first team captaincy to Ter Stegen with immediate effect.
— Fabrizio Romano (@FabrizioRomano) August 8, 2025
“Ter Stegen has signed the authorization for the Club's medical services to process the medical report to LaLiga”, Barça confirm. pic.twitter.com/FtNRGpQwzJ
La tensión no es sólo personal. Con la nueva temporada a la vuelta de la esquina, el club lucha por inscribir fichajes y renovaciones ante LaLiga. Y aunque Ter Stegen aclaró que todas esas operaciones ocurrieron antes de su cirugía, su ausencia abrió la puerta a una competencia inesperada: el joven Joan García, de 24 años, y el veterano Wojciech Szczesny, de 35, renovado por su aporte en la pasada campaña.
En una ciudad acostumbrada a grandes gestas, esta historia recuerda que, incluso en el fútbol de élite, la delgada línea entre héroe y cuestionado puede depender de una firma… y de la espalda que sostiene la portería.