Courtois vuelve a entrenar con el grupo: el Real Madrid recupera a su guardián

Courtois vuelve a entrenar con el grupo: el Real Madrid recupera a su guardián

El regreso del guardián: Real Madrid recupera a Courtois en plena cuenta regresiva mundialista

En Valdebebas, donde los silencios pesan más que las palabras y cada paso se mide como en una partida de ajedrez, este martes se escuchó algo más fuerte que el grito de un gol: el sonido de los guantes de Thibaut Courtois chocando con el balón.

El portero belga volvió a entrenar con el grupo bajo la mirada atenta de Xabi Alonso y Luis Llopis, su entrenador de porteros. No fue una sesión más. Fue la prueba de que, tras semanas de ausencia por una sacroileítis que lo marginó incluso de compromisos internacionales, el número uno del Madrid comienza a ver la luz al final del túnel.

Después de haber participado parcialmente en la práctica del lunes, Courtois completó el entrenamiento al ritmo de sus compañeros. Y lo hizo en un momento clave: a las puertas del Mundial de Clubes, torneo donde Real Madrid buscará reafirmar su hegemonía global con una plantilla diezmada por las lesiones.

Pero el suyo no es el único regreso. En silencio, Eder Militao y Dani Carvajal también avanzan en sus respectivas recuperaciones, soñando con volver a vestir la camiseta blanca en escenarios internacionales. Aunque aún siguen un plan parcial, ya entrenan con el grupo. En cambio, David Alaba, aún con el vendaje en su rodilla izquierda, tiene un panorama más incierto tras su rotura de menisco en abril.

Y mientras Courtois se pone a punto, otros nombres ilustres como Ferland Mendy, Antonio Rüdiger, Eduardo Camavinga y el joven Endrick —esperanza del futuro— continúan sus planes de recuperación al margen del grupo. Todos ausentes confirmados para el torneo internacional.

En medio de este rompecabezas físico, Xabi Alonso trabaja con lo que tiene: Lucas Vázquez, Rodrygo Goes, Fran García, Dani Ceballos y el joven Raúl Asencio formaron el núcleo de una sesión exigente. Rondos, circulación, presión, posesión y remates. Nada fue casual. Todo tuvo el olor a preparación mundialista.

La maquinaria blanca empieza a recuperar piezas. Y Courtois, con su envergadura y liderazgo, es una de las más grandes. Su regreso no solo devuelve seguridad al arco: devuelve esperanza.