Del cielo de Manchester al barro de la supervivencia.
Kyle Walker no ha elegido el camino fácil. El lateral inglés, de 34 años, ha cerrado su etapa en uno de los clubes más dominantes del fútbol mundial para embarcarse en un desafío que pocos hubieran imaginado: fichar por el Burnley, recién ascendido a la Premier League.
Tras ocho temporadas en el Manchester City, donde lo ganó todo —incluidas seis Premier Leagues y una Champions—, Walker optó por bajarse del pedestal y apostar por una misión contracorriente: ayudar a un club modesto a romper la maldición que persigue a los recién ascendidos.
A disappointing ending doesn’t erase years of brilliance.
— 𝐄 🇧🇻 (@ErlingProp) July 4, 2025
Thank you, Kyle Walker pic.twitter.com/mmpnV3KBs4
En los últimos dos años, todos los equipos que subieron desde el Championship descendieron de inmediato. El Burnley no quiere ser el próximo. Y para evitarlo, ha apostado por experiencia pura: la de un internacional con más de 80 partidos con Inglaterra, que el curso pasado jugó cedido en el Milan.
“Estoy encantado de estar aquí”, confesó Walker en su presentación. “Scott Parker tiene un plan ambicioso. Cuando hablé con él y entendí su visión, supe que este era el lugar”.
Very happy to be joining @BurnleyOfficial
— Kyle Walker (@kylewalker2) July 5, 2025
I can’t wait to get back on the pitch playing.
Thank you to everyone who’s helped made this move happen.
Up the clarets ❤️ pic.twitter.com/6en9G98HC7
Parker, que logró el ascenso con 100 puntos, tiene claro que el Burnley necesita más que juventud y entusiasmo para sobrevivir. Necesita carácter, liderazgo, y alguien que haya jugado finales, que conozca el arte de sufrir y de resistir. Alguien como Kyle Walker.
El fichaje es un golpe mediático para los ‘clarets‘. También una apuesta audaz. Porque traer a una leyenda del City para luchar por el descenso no es solo una jugada de mercado. Es una declaración de guerra al destino.