Van Dijk hunde al Atleti en un thriller en Anfield

Van Dijk hunde al Atleti en un thriller en Anfield

En Anfield, donde los ecos de la historia nunca callan, se vivió una noche de esas que parecen escritas para el cine. El Liverpool derrotó 3-2 al Atlético de Madrid en un partido de locura gracias a Van Dijk, donde los rojiblancos volvieron a tocar la épica, pero terminaron cayendo en el último suspiro.

El inicio fue una pesadilla. Apenas seis minutos y los ‘reds’ ya mandaban con dos goles de ventaja, una montaña imposible de escalar para la mayoría. Pero el Atlético no es cualquiera. El equipo de Simeone, acostumbrado a crecer en la adversidad, empezó a dar señales de vida. Muy lentamente, muy poco a poco, pero con carácter.

Marcos Llorente, protagonista de aquella noche de marzo de 2020 que silenció a Anfield, revivió su idilio con un doblete (fuente: UEFA Champions League). Con eso devolvió la esperanza a los suyos y empató la batalla 2-2. Sin embargo, en los infiernos nunca hay tregua: Virgil van Dijk apareció en el añadido para marcar el 3-2 definitivo, recordando que tentar a Anfield tiene precio.

Más allá del marcador, el duelo dejó claves claras: la pegada y la velocidad del Liverpool fueron demasiado, con un centro del campo dominado por Szoboszlai. Salah volvió a ser decisivo con gol y asistencia. En contraste, Lenglet vivió una noche para el olvido, y Giuliano Simeone intentó encender las alas rojiblancas sin recompensa.

La polémica también se hizo presente. El árbitro Maurizio Mariani anuló un penalti tras revisión en el VAR, y los ‘reds’ protestaron el 2-1 de Llorente por un posible fuera de juego posicional de Griezmann.

La noche, además, estuvo cargada de simbolismos: Oblak alcanzó los 500 partidos con el Atlético, Griezmann los 450, Alisson llegó a 200 victorias con Liverpool y el joven Rio Ngumoha (17 años, 19 días) hizo historia al debutar en Champions.

El golpe más amargo llegó después del pitido final: el ‘Cholo’ Simeone fue expulsado tras encararse con un aficionado. Una postal de tensión para cerrar un partido que, como tantas veces con el Atlético, fue un viaje entre el sufrimiento y la esperanza.