Hay historias que parecen escritas por el destino, y la de Álvaro Carreras es una de ellas.
Corría el año 2020 cuando un joven lateral español, formado en las categorías inferiores del Real Madrid, hacía las maletas rumbo a Inglaterra. Pocos entendían su salida. El club blanco, como tantas veces, dejó escapar talento que aún no había madurado. Pero Carreras tenía algo que no todos: hambre.
En Manchester United empezó desde abajo, en silencio, lejos de los reflectores. Su carrera se tejió a base de cesiones: Preston North End, Granada… kilómetros y aprendizaje. Hasta que Portugal lo acogió. El Benfica le dio lo que tanto buscaba: confianza, minutos, y una camiseta para demostrar de qué estaba hecho.
Este año fue el suyo. 50 partidos, más de 4,300 minutos, 4 goles y 5 asistencias desde el lateral. El Bernabéu observaba. Y el veredicto llegó.
Según COPE, el Real Madrid ya ha cerrado su fichaje. A sus 22 años, Carreras regresa al club donde todo comenzó. Volverá a vestir de blanco, ahora sí, como un jugador hecho. Los papeles están por firmarse, pero el círculo ya está casi completo.
Y así, el chico que se fue para crecer, regresa para brillar.