Durante años fue el rostro de la esperanza en Old Trafford. Capitán moral, símbolo de la cantera, activista social… y, sin embargo, Marcus Rashford terminó marginado, envuelto en disputas y lesiones. Hoy, ese mismo nombre brilla en los focos del Camp Nou. Su fichaje por el FC Barcelona, marca el inicio de una historia inesperada: la de un talento inglés buscando redención en la Ciudad Condal.
El FC Barcelona anunció su cesión por una temporada, con una opción de compra que ronda los 30-35 millones de euros. Lo económico fue clave. Según Sport, Rashford aceptó bajarse el sueldo un 30% para desbloquear una operación que parecía imposible. El Barça cubrirá el 70% restante. Un gesto que, más allá del dinero, habla del deseo profundo del jugador por vestir de azulgrana.
No era la primera opción. Nico Williams fue el sueño de Laporta durante dos veranos, pero el extremo renovó con el Athletic. Luego vino Luis Díaz, demasiado caro. Y entonces, en silencio, apareció Rashford. Hansi Flick ya lo había contactado en mayo. Deco mantuvo viva la llama. El acuerdo se cerró en un suspiro y el inglés aterrizó en Barcelona para su revisión médica. El resto es historia en construcción.
Marcus Rashford at Barça. 🔵🔴 pic.twitter.com/cSk1pDeftC
— Fabrizio Romano (@FabrizioRomano) July 23, 2025
Con 138 goles y 60 asistencias en 426 partidos con el United, su talento está fuera de duda. En sus mejores temporadas —como la 2020-21 o la 2022-23— generó casi 40 goles. Su cesión al Aston Villa en enero fue discreta: 4 goles, 5 asistencias en 937 minutos. Y una lesión ante el City el pasado abril frenó su avance. Pero ahora, Flick quiere hacerlo brillar como revulsivo detrás de Raphinha, Lewandowski y Lamine Yamal.
Marcus Rashford llega con hambre de fútbol. Hambre literal, como la que combatió en Inglaterra con su activismo. Hambre deportiva, como la que busca saciar en el Barça. A sus 27 años, está ante su segunda oportunidad. Y esta vez, no quiere fallar.