Palmeiras impone respeto con un empate que sabe a poco

Palmeiras impone respeto con un empate que sabe a poco

Palmeiras mereció más: el empate que ocultó una obra maestra

En ocasiones, el marcador miente. Y en Nueva Jersey, Palmeiras escribió una de esas historias en las que el resultado se aleja del mérito. El ‘Verdao’ no solo empató 0-0 contra el Oporto en la inauguración del Grupo A del Mundial de Clubes: impuso respeto, dominó táctica y físicamente, y se marchó con un sabor amargo que no le hace justicia.

El plan de Abel Ferreira fue una sinfonía de control. Desde la seguridad monumental de Weverton Pereira bajo palos, hasta el talento precoz de Estevao y la intensidad de Richard Ríos, el equipo brasileño ejecutó con solvencia un libreto que dejó al Oporto sin respuestas. La teoría del fútbol quedó desmontada: Palmeiras mereció ganar.

Y si algo lo refleja, es la triple ocasión que no entró. Primero Vitor Roque sirvió un balón de gol, luego Cláudio Ramos salvó dos veces consecutivas, y finalmente Francisco Moura despejó sobre la línea un disparo de Richard Ríos. Tres chances en segundos, que dejaron al público al borde del grito. Y aún faltaba más: Murilo Cerqueira conectó un cabezazo perfecto… que terminó estampado en el poste.

El fútbol, a veces, se rige por caprichos. Y en este caso, la madera salvó a un Oporto que vivió asfixiado. Rodrigo Mora, promesa lusa de 18 años, dejó chispazos, pero los de Anselmi nunca tuvieron claridad.

No hubo goles. Pero sí hubo mensaje. Palmeiras no vino al Mundial de Clubes a participar: vino a competir. A dejar claro que el fútbol sudamericano tiene argumentos tácticos y técnicos para mirar de frente a Europa.

El Grupo A queda abierto con todos los equipos empatados a un punto. Pero si el juego tuviera balanza, ya tendría un claro líder.