El destino suele jugar con los gigantes del fútbol, incluso cuando parecen tenerlo todo bajo control. El Real Madrid, uno de los clubes más exitosos del planeta, partía hacia Arabia con un sueño: levantar otra Supercopa de España. Pero la historia dio un giro inesperado en las últimas horas.
El miércoles por la noche, Carlo Ancelotti revisaba sus tácticas finales con una sonrisa de confianza. Contaba con una plantilla casi completa para enfrentar al Mallorca en la semifinal. La única preocupación eran las ya sabidas bajas de Carvajal, Militao y Vallejo, mientras que la convocatoria de David Alaba y algunos canteranos daba un respiro al técnico italiano. Todo parecía en su lugar… hasta que llegó el golpe.
Parte médico de Modrić.#RealMadrid
— Real Madrid C.F. (@realmadrid) January 9, 2025
Un comunicado oficial del club dejó helados a los madridistas: Luka Modric, su capitán y cerebro en el campo, no podrá estar presente. Un proceso vírico lo dejó fuera de combate justo cuando su importancia en el equipo iba en ascenso. Había sido decisivo en los últimos encuentros, anotando goles clave, como el que impulsó la remontada ante el Valencia en Liga y otro en la reciente goleada copera frente a la Deportiva Minera.
Carlo Ancelotti, fiel a su experiencia, deberá reaccionar rápido. Cuenta con opciones como Tchouaméni, Camavinga, Valverde, Bellingham o Ceballos para suplir al croata, pero el impacto de su ausencia es innegable. El Madrid ahora no solo enfrenta al Mallorca, sino también a la incertidumbre de perder a un líder en el momento crucial.
Esta semifinal promete ser un duelo cargado de emoción, estrategia y, sobre todo, sorpresas. El camino al título para el Real Madrid se ha vuelto más incierto, pero también más emocionante.