El Napoli estará en la gran final de la Supercoppa Italia tras imponerse con autoridad (2-0) al Milan en las semifinales disputadas en Riad. El marcador no refleja del todo la igualdad del duelo, pero sí la diferencia decisiva que marcó un nombre propio: Rasmus Hojlund. El delantero danés fue una pesadilla constante para la zaga ‘rossonera’ y el factor diferencial que inclinó el partido hacia los de Antonio Conte.
Un Milan competitivo, pero sin colmillo
El equipo de Massimiliano Allegri compitió mejor de lo que indica el resultado final. Generó ocasiones, pisó campo rival y exigió a Milinkovic-Savic, muy sólido bajo palos. Sin embargo, volvió a evidenciar sus problemas en el último tercio. Las ausencias de Leao y Santi Giménez, ambas por lesión, pesaron demasiado, y Luka Modric no ingresó al campo hasta el minuto 75 por decisión técnica.
El duelo que rompió el partido
Hubo un enfrentamiento claramente descompensado durante los 90 minutos: Hojlund contra De Winter. El danés ganó cada choque físico y técnico ante el central belga y fue protagonista directo en las dos acciones que definieron el partido.
How many goals for Rasmus Hojlund now? 😭
— Kara (@UTDKara) December 18, 2025
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En el minuto 39, justo antes del descanso, Hojlund recibió de espaldas dentro del área, protegió el balón, se giró y sacó un centro raso que Maignan no logró blocar. El balón quedó muerto y David Neres empujó a placer. Un gol psicológico y un premio al crecimiento del brasileño bajo la tutela de Conte.
Gol, consagración y mensaje
La sentencia llegó en el 64’. Spinazzola filtró un balón al espacio hacia Hojlund, escorado y aparentemente sin ángulo. De nuevo, el danés se impuso en el cuerpo a cuerpo, ganó centímetros decisivos y definió raso ante Maignan. Gol de delantero total. Gol de jerarquía.
La celebración fue simbólica: todo el equipo se reunió junto a Romelu Lukaku, pieza clave del proyecto napolitano que se prepara para regresar tras cuatro meses de lesión.
Un Napoli lanzado, un Milan contra las cuerdas
El Napoli incluso rozó el tercero con un disparo alto de McTominay tras asistencia de Neres. No fue necesario. El partido ya estaba decidido. Ni siquiera la entrada de Modric alteró el guion.
En apenas dos semanas, el Milan ha perdido el liderato de la Serie A, ha sido eliminado de la Coppa Italia y ha quedado fuera de la Supercoppa. Sin margen para más tropiezos, a los de Allegri solo les queda aferrarse al ‘Scudetto’. El Nápoles, vigente campeón de liga, espera rival en la final. El mensaje ya está enviado.
