Matheus Nunes salvó al City

Matheus Nunes salvó al City

El rugido final de los que se niegan a caer

Durante 94 minutos, el Etihad Stadium contuvo la respiración. El gigante inglés tambaleaba. Manchester City, acostumbrado a dictar el ritmo de la Premier League, se encontraba al borde de un empate que sabía a derrota. Pero cuando todo parecía perdido, Matheus Nunes, un mediocampista reconvertido en lateral derecho, apareció en el último suspiro con un disparo quirúrgico que perforó la red y desató la locura.

Fue más que un gol. Fue un grito de supervivencia.

El 2-1 frente al Aston Villa no fue una simple victoria: fue una advertencia. El equipo de Guardiola, que hace un año disputaba títulos, hoy se aferra con uñas y dientes al último tren rumbo a la Champions League. Con este triunfo, suben al tercer lugar y mantienen vivas sus opciones, a cuatro fechas del cierre.

La historia comenzó con un chispazo de Bernardo Silva, quien rompió el cero con un disparo imposible tras una asistencia milimétrica de Marmoush. Sin embargo, el empate llegó pronto: Marcus Rashford, cedido por el United al Villa, aprovechó un penal provocado por Jacob Ramsey para batir a Ortega. El VAR, el drama y la tensión se apoderaron del juego.

A partir de ahí, Rashford fue un cuchillo para la zaga citizen. Su velocidad fue un tormento, pero Ortega y compañía resistieron.

Cuando el reloj moría, Jeremy Doku irrumpió como una sombra por la banda izquierda y sirvió un pase raso. Nunes, desde un ángulo imposible, selló una noche que podría ser histórica. Su primer gol en liga con el City podría valer un boleto a la Champions y, quizás, algo más.

Mientras Guardiola festejaba con el alma y los puños en alto, Aston Villa, séptimo en la tabla y golpeado tras caer en Champions ante PSG, se alejaba de su sueño europeo.

No fue la remontada del 2022, pero fue igual de simbólica. El City aún respira. Y mientras lo haga, nadie puede darlo por muerto.