Lyon evita el descenso

Lyon evita el descenso

Del borde del abismo… al regreso de la esperanza.

El Olympique de Lyon, uno de los clubes más emblemáticos de Francia, estuvo a punto de tocar fondo. El pasado 24 de junio, la Dirección Nacional de Control de Gestión (DNCG), el severo órgano de fiscalización del fútbol francés, dictó una sentencia histórica: el descenso administrativo del club a la Ligue 2. ¿La razón? Un agujero financiero que amenazaba con devorar 74 años de historia en la élite.

La situación era insostenible. Las deudas acumuladas, la desconfianza de los acreedores y la salida de John Textor, hasta entones figura clave en la gestión del club, habían dejado al OL al borde del colapso. Pero justo cuando todo parecía perdido, emergió una figura que cambiaría el rumbo de esta historia: Michele Kang.

Empresaria surcoreana y tercera accionista mayoritaria del club, Kang asumió la presidencia en un momento crítico. En menos de dos semanas lideró una operación a contrarreloj para revertir la sanción, estructurar un nuevo plan financiero y demostrar, con hechos y no promesas, que el Lyon podía seguir compitiendo en la Ligue 1 con estabilidad.

Y lo logró.

Este miércoles, la DNCG revocó oficialmente la sanción de descenso y permitió al Lyon mantenerse en la Primera División, aunque impuso ciertas restricciones económicas, incluyendo un límite en fichajes y en el gasto para la temporada 2025-26.

“El Olympique Lyonnais se congratula de la decisión… y agradece a la Comisión de Apelaciones por reconocer la ambición de la nueva dirección”, declaró el club en un comunicado que ya se siente como un manifiesto de resurrección.

Con esta decisión, el OL no solo conserva su plaza en la élite. También inicia una nueva etapa. Una etapa que no parte desde el éxito, sino desde la reconstrucción. Porque este no fue un triunfo deportivo… fue una victoria institucional. Y sobre todo, una lección de liderazgo.

Michele Kang no solo evitó la caída. Encendió la chispa de un nuevo comienzo.