Luis Díaz vivió una noche tan brillante como caótica en el Parque de los Príncipes. El colombiano, convertido en la chispa del Bayern de Vincent Kompany, firmó un doblete en apenas media hora para guiar el triunfo bávaro por 1-2 ante el París Saint-Germain. Pero su impulso se frenó en seco justo antes del descanso, cuando fue expulsado por una dura entrada sobre Achraf Hakimi.
El partido tenía aroma a clásico europeo moderno: intensidad, control y estilos gemelos. El Bayern impuso orden y ritmo con Pavlović y Kimmich manejando los tiempos, mientras Díaz castigaba cada pérdida parisina. El 0-2 al descanso parecía una sentencia, pero la roja del colombiano reabrió el encuentro.
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Sin embargo, ni la superioridad numérica ni el empuje de la grada bastaron al PSG. Joao Neves recortó distancias con una acrobacia, pero Manuel Neuer volvió a ser decisivo. Los de Kompany alcanzan su 16º triunfo consecutivo y refuerzan su candidatura a dominar Europa, mientras el PSG revive los fantasmas de su eterna asignatura pendiente: la gestión emocional ante los grandes.
