El Liverpool atraviesa uno de los momentos más preocupantes de la era moderna. El vigente campeón de la Premier League ha perdido cinco de sus últimos seir partidos en todas las competiciones, y la confianza del equipo se evapora a la misma velocidad que sus opciones de título.
Tras el breve respiro de la victoria ante el Eintracht Frankfurt, el conjunto de Arne Slot volvió a caer 3-2 frente al Brentford en un encuentro que retrató sus mayores debilidades: fragilidad defensiva, desconexión temprana y falta de reacción. En cada una de las últimas derrotas, los ‘reds’ encajaron gol antes del minuto 16, muchos de ellos con el primer disparo rival.
Slot, de 47 años, ha probado distintas fórmulas tácticas -la única que funcionó fue el 4-4-2 ante Frankfurt-, pero el equipo parece desajustado frente a una Premier cada vez más física y directa. Mientras el resto de la liga ha abrazado el juego vertical, Liverpool apostó por futbolistas técnicos y de posesión. El choque de estilos es evidente.

El técnico neerlandés sabe que no hay margen para revoluciones. Necesita soluciones inmediatas y, sobre todo, volver a lo básico: solidez defensiva, orden y liderazgo. Por eso, crece la posibilidad de que jugadores con más experiencia -como Andy Robertson– vuelvan al once para reequilibrar un equipo que se ha vuelto demasiado frágil. «Ser difíciles de batir nos hizo campeones», resumió Robertson, un mensaje que suena más a advertencia que a consuelo.
After gameweek five, Liverpool were top of the PL:
— ESPN UK (@ESPNUK) October 27, 2025
▪️5 points ahead of Arsenal & Spurs
▪️7 points ahead of Chelsea
▪️8 points clear of City & United
Now after gameweek nine:
▪️7 points behind Arsenal
▪️2 behind Spurs
▪️1 behind City & United
▪️1 ahead of Chelsea
🤯 pic.twitter.com/nTYsV4p4UR