Liverpool ha perdido cuatro partidos consecutivos por primera vez desde noviembre de 2014, cuando el equipo de Brendan Rodgers se desmoronaba tras el adió de Luis Suárez. Casi once años después, la historia se repite, aunque en un contexto muy distinto.
El conjunto de Arne Slot atraviesa su peor momento desde la llegada del técnico neerlandés. A pesar de una inversión récord de 450 millones de libras, el equipo no logra transformar su potencial en resultados. La última derrota, un 2-1 ante el Manchester United en Anfield, ha encendido las alarmas.
Slot lamentó la falta de efectividad:
“Creamos entre ocho y diez ocasiones claras, pero solo marcamos una. No se puede ganar un partido así.”
Liverpool tuvo el balón (64% de posesión) y más tiros (19 frente a 12), pero su fragilidad es evidente. La defensa sufre, el equilibrio no aparece y la falta de control preocupa. Este curso, el equipo ha encajado dos goles o más en siete de sus doce partidos oficiales.
Liverpool handed their THIRD Premier League loss in a row 😳 pic.twitter.com/UOkEiWY3Mx
— LiveScore (@livescore) October 19, 2025
Virgil van Dijk no ocultó la frustración:
“Tomamos malas decisiones, fuimos demasiado apresurados. Nos faltó calma.”
El proyecto Slot empieza a ser cuestionado. Los fichajes no terminan de integrarse, la confianza se erosiona y Anfield comienza a impacientarse.
