En el corazón de Anfield, una nueva historia comenzó a escribirse. El domingo, Liverpool selló su vigésima corona de campeón inglés, igualando a su eterno rival, el Manchester United, en un logro que parecía reservado a leyendas. Lo hizo bajo la dirección de Arne Slot, el entrenador que llegó como heredero de un mito –Jürgen Kloop– y que, contra todo pronóstico, conquistó Inglaterra en su primera temporada.
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— Liverpool FC (@LFC) April 27, 2025
La victoria 5-1 sobre el Tottenham Hostpur no solo aseguró matemáticamente el título con cuatro jornadas aún por disputar, sino que también encendió una chispa de renovación en el club. 25 triunfos, 7 empates y apenas 2 derrotas resumen una campaña magistral donde Liverpool no solo ganó: arrasó.
El pilar de esta nueva era roja tiene nombres propios: Mohamed Salah, Virgil van Dijk y Ryan Gravenberch. El egipcio, eterno faro ofensivo, firmó un curso legendario con 28 goles y 18 asistencias. El capitán neerlandés, rocoso y sereno, mantuvo la defensa como un muro infranqueable. Y Gravenberch, recién llegado desde el Bayern, encontró en Slot el mentor perfecto para transformarse en el motor silencioso de los Reds.
Pero más allá de las cifras, el título simboliza un cambio de guardia. Slot no solo logró que los ídolos renovaran hasta 2027: impuso su sello de modernidad y valentía, respetando la esencia que Klopp dejó como legado.
Mientras Arsenal vuelve a quedarse a las puertas por tercer año seguido, Liverpool ya planifica el futuro. Con cuatro partidos por delante, sin más trofeos en disputa tras caer en FA Cup y Champions League, el reto es claro: mantener la ambición encendida y construir una dinastía.
La era Arne Slot apenas comienza. Y Anfield vuelve a soñar.
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