Anfield fue escenario de una película con guion impredecible. El Liverpool sufrió, se equivocó, festejó y terminó sobreviviendo a un Southampton valiente que no pareció un equipo recién descendido de la Premier League.
El héroe inesperado fue Federico Chiesa, en su versión más generosa. El italiano firmó dos asistencias: la primera para que Alexander Isak marcara su debut goleador como ‘red’, y la segunda para que Hugo Ekitiké sellara la clasificación en el minuto 85.
Isak off the mark 🎯 pic.twitter.com/UtLx8RMOZe
— Liverpool FC (@LFC) September 23, 2025
Pero lo que parecía el final feliz se transformó en caos. Ekitiké, en pleno éxtasis, se quitó la camiseta, olvidando que ya tenía amarilla. El árbitro no perdonó y lo expulsó segundos después de su tanto, dejando al Liverpool con uno menos en el tramo más tenso del duelo.
Antes de todo esto, el Southampton rozó la hazaña: Adam Armstrong estrelló un disparo en el larguero y Léo Scienza falló a puerta vacía. Y cuando los penaltis empezaban a asomar, Shea Charles empató al 76’ tras un error de Wataru Endo en un córner.
Fue entonces cuando Andy Robertson apareció con un pase magistral desde el medio campo, para que Chiesa inventara el último acto: asistencia y sentencia.
Hugo with the winner 🇫🇷 pic.twitter.com/NZ2rZrwTrX
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Los de Arne Slot sufrieron, pero avanzaron. La Copa de la Liga ya tiene su primera historia surrealista, con un protagonista que celebró tanto… que terminó pagando con la roja.
