En un giro inesperado que podría cambiar el rumbo de la temporada del FC Barcelona, LaLiga ha rechazado oficialmente las inscripciones de Dani Olmo y Pau Víctor, dos de las piezas que Joan Laporta intentaba sumar al tablero táctico de Hansi Flick. El motivo: una supuesta falta de cumplimiento de los plazos establecidos en los artículos 130.2 y 141.5 del Reglamento General de la RFEF.
La historia comenzó con una promesa rota. En el mercado de verano del año pasado, Olmo y Víctor llegaron al Camp Nou, pero su fichaje quedó en pausa hasta que los márgenes económicos del club lo permitieran. Finalmente, con los números en regla desde el 3 de enero, el Barcelona esperaba cerrar el trámite, pero la respuesta de LaLiga fue tajante. Según el organismo, los refuerzos llegaron fuera de plazo.
“La interpretación literal de las normas impide su inscripción”, rezó el comunicado de LaLiga, una declaración que se ha convertido en la piedra angular de la disputa. Para el Barça, la batalla no ha terminado. La directiva azulgrana ha decidido acudir a la Justicia ordinaria en busca de una medida cautelarísima que permita a los jugadores incorporarse.
🚨NOTA INFORMATIVA:
— LALIGA Corporativo (@LaLigaCorp) January 4, 2025
Reunión de la Comisión de Seguimiento del Convenio de coordinación LALIGA-RFEF
📎https://t.co/iYYK9Rfx58 pic.twitter.com/j6vRhdnJ6J
Mientras tanto, las consecuencias ya se hacen notar. Este mismo sábado, en los dieciseisavos de final de la Copa del Rey, Hansi Flick no pudo contar con los dos futbolistas para enfrentar al modesto Barbastro. Aunque la ausencia no pesó demasiado en lo deportivo, el eco mediático es innegable.
¿Está el Barcelona enfrentándose a un sistema que se rige por tecnicismos más que por el espíritu del juego? ¿O se trata de una lección sobre la importancia del cumplimiento riguroso de las normas? La batalla no solo será en los tribunales, sino también en la narrativa pública que rodea al fútbol de élite.