La sombra de 1994-95 y el reto azulgrana en Copa del Rey
La historia nunca deja de rondar a los gigantes. En 1994, bajo el mando de Johan Cruyff, el Barcelona vivió una racha de cuatro partidos consecutivos sin ganar como local, una herida que marcó la recta final de la era del «Dream Team». Ahora, 30 años después, los fantasmas de aquel entonces acechan al equipo de Xavi Hernández, que recibe al Real Betis en los octavos de final de la Copa del Rey.
Con el eco aún fresco de su éxito en la Supercopa de España, donde deslumbraron con un 5-2 sobre el Real Madrid, los azulgranas vuelven al Lluís Companys, un estadio que les ha sido esquivo esta temporada. Las derrotas consecutivas ante Las Palmas, Leganés y Atlético de Madrid han sembrado dudas en un equipo que parecía haber encontrado su mejor versión en Arabia Saudí.
Por su parte, el Betis, dirigido por Manuel Pellegrini, busca la hazaña en un terreno históricamente adverso. Los verdiblancos no ganan en casa del Barça en Copa desde 1994, cuando un solitario gol selló su pase a las semifinales siendo un equipo de Segunda División. Hoy, con una plantilla golpeada por resultados irregulares, su misión parece tan complicada como aquel milagro noventero.
Con la estadística y la historia en juego, este duelo no solo define un pase a la siguiente ronda, sino también el temple de un Barcelona que lucha por evitar revivir una era de dudas y desencanto.