El 10 de agosto iba a marcar un hito. Después de más de un año de obras, el Camp Nou prometía volver a la vida con el Trofeo Joan Gamper frente al Como de Cesc Fàbregas. Un duelo nostálgico, con el aroma de casa y una pizca de romanticismo. Pero la realidad, más fría y burocrática, ha derrumbado esa ilusión.
Este viernes, el FC Barcelona confirmó lo que ya era un secreto a voces: el Camp Nou no reabrirá ese día. Las obras, aún sin cumplir todos los requisitos legales exigidos por la Ordenanza Reguladora de Intervención Municipal, no permiten la concesión de la licencia de primera ocupación, un paso imprescindible para que el estadio pueda ser utilizado.
El partido, símbolo tradicional de inicio de temporada, se jugará finalmente en el estadio Johan Cruyff. Un escenario mucho más pequeño y alejado del carácter épico que implicaba regresar al Spotify Camp Nou.
𝐅𝐂 𝐁𝐚𝐫𝐜𝐞𝐥𝐨𝐧𝐚 𝐨𝐟𝐟𝐢𝐜𝐢𝐚𝐥 𝐚𝐧𝐧𝐨𝐮𝐧𝐜𝐞𝐦𝐞𝐧𝐭
— FC Barcelona (@FCBarcelona) July 18, 2025
Desde el club explican que la magnitud de las obras del Espai Barça ha superado los tiempos previstos. La voluntad era abrir el estadio por sectores, pero ni siquiera esa estrategia ha sido suficiente para cumplir con todas las exigencias técnicas y legales.
La buena noticia es que este revés no afecta los plazos económicos: el calendario de pagos por la deuda del Espai Barça continúa sin cambios. Y aunque no hay nueva fecha oficial para el reestreno del templo culé, el club trabaja de la mano del Ayuntamiento y otros organismos para acelerar los trámites.
En medio de la incertidumbre, queda una certeza: el regreso del Camp Nou será más esperado que nunca. Y cuando llegue, la historia tendrá un capítulo más largo… pero quizás, más glorioso.