El Barça femenino ya no necesita avisar. Directamente ejecuta. Las azulgranas vencieron por 0-2 al Paris FC en la última jornada de la fase de grupos de la Champions League y certificaron su pase directo a cuartos de final como líderes, evitando la ronda de playoffs y enviando un mensaje nítido al resto de Europa.
Condicionado por las lesiones y con una plantilla corta, el Barça volvió a mostrar una versión reconocible: control del ritmo, presión alta sostenida y una lectura del partido que roza la madurez competitiva absoluta. Vicky López y Caroline Graham Hansen firmaron los goles de un triunfo trabajado, sólido y estratégico.
Un inicio incómodo y un plan bien ejecutado
El Paris FC, ya clasificado para los playoffs, no renunció a su identidad. Equipo valiente, vertical y con talento ofensivo, avisó primero. Clara Mateo, máxima goleadora de la liga francesa la temporada pasada, obligó a intervenir a Cata Coll tras una pérdida azulgrana que encendió las alarmas.
Pero ese fue, en gran medida, el único momento de verdadera incomodidad para el Barcelona. Las azulgranas ajustaron la presión, cerraron líneas interiores y comenzaron a imponer su dominio en campo rival, especialmente en las segundas jugadas.
La mezcla que sostiene al Barça
Con las bajas ya asumidas, el cuerpo técnico apostó por una fórmula ya conocida. El regreso de Paredes al eje defensivo permitió desplazar a Laia Aleixandri al mediocentro, aportando equilibrio y lectura táctica. Kika Nazareth volvió a la convocatoria, aunque aguardó su oportunidad desde el banquillo, en un contexto donde el talento joven sigue siendo un recurso real y no coyuntural.
El Barça encontró premio desde su ADN. Alexia Putellas activó la jugada por dentro, Clàudia Pina filtró con inteligencia y Vicky López, leyendo el movimiento de arrastre de Pajor, atacó el espacio y definió con precisión. Gol, control y autoridad.
Aquest gol podria estar exposat al Louvre 🖼️ pic.twitter.com/cYHOrsxmAR
— FC Barcelona Femení (@FCBfemeni) December 18, 2025
Graham Hansen y el cierre del partido
Tras el descanso, el guion no se alteró. El Paris trató de apretar líneas, pero chocó con un bloque defensivo firme, donde Aleixandri, Paredes y Aïcha sostuvieron al equipo con solvencia.
Y cuando el partido pedía calma, apareció el talento diferencial. Graham Hansen marcó el segundo gol y bajó definitivamente la persiana. Sin alardes, sin prisas, el Barça gestionó el tramo final con la naturalidad de quien se sabe superior.
Barça: Un líder sin excusas
El Barcelona cerró la liguilla con 17 goles a favor, un gol average demoledor y la sensación de que, incluso en contextos adversos, sigue siendo el equipo a batir en Europa. Los rivales serán cada vez más exigentes, el camino más estrecho, pero el mensaje ya está enviado.
El Barça no negocia su candidatura.
