El Metropolitano volvió a vibrar. Después de una racha de resultados irregulares, el Atlético de Madrid necesitaba una victoria que devolviera la confianza a su afición. Y lo consiguió. Con un gol de Samuel Lino y una magistral vaselina de Antoine Griezmann, los rojiblancos vencieron 2-0 al Mallorca en un partido que, aunque parecía controlado, tuvo momentos de tensión que recordaron a las mejores películas de suspense.
El encuentro comenzó con el Mallorca sorprendiendo a todos. Los bermellones, que llegaban con la sombra de cuatro derrotas en 2025, salieron con hambre y dominaron los primeros compases. Sin embargo, la experiencia y la calidad del Atleti no tardaron en aparecer. A los 20 minutos, Samuel Lino, con un disparo cruzado, abrió el marcador tras una jugada colectiva que descolocó por completo a la defensa isleña. El Metropolitano estalló en júbilo, pero la sombra de la relajación ya planeaba sobre el equipo de Simeone.
El segundo tiempo fue una montaña rusa de emociones. El Mallorca, con dos palos de Darder, estuvo a punto de empatar en dos ocasiones. Los nervios se apoderaron de las gradas, pero en el minuto 85, Griezmann apareció para dar el golpe definitivo. Con una picadita de manual, el francés engañó al portero Greif y aseguró los tres puntos. Fue un gol que no solo selló la victoria, sino que también colocó al Atleti a solo un punto del Real Madrid en la clasificación.
Este triunfo no solo significa tres puntos, sino también un mensaje claro: el Atlético de Madrid sigue en la pelea por el título. Con Griezmann en estado de gracia y un equipo que parece recuperar su mejor versión, los rojiblancos sueñan con lo imposible. Mientras tanto, el Mallorca sigue sumido en una crisis que lo aleja de los puestos europeos.