Es de valientes salir a morder cuando el contexto no acompaña. Pero también lo es reconocer que el esfuerzo no siempre basta. Así se resume la noche del Athletic en St. James’ Park, donde cayó ante un Newcastle superior (2-0).
El plan de Valverde fue claro: presionar alto, incomodar la salida de balón y buscar robar cerca del área rival. Por momentos, funcionó. Los ‘leones’ mordieron, obligaron a Pope a intervenir y rozaron el empate con acciones de Unai Gómez y Adama, que estrelló un disparo al palo.
Pero el Newcastle castigó los errores. El primer gol llegó en una acción a balón parado, símbolo de un problema que se repite en esta Champions. El segundo, en una transición rápida que desnudó las debilidades defensivas de los vizcaínos.
La pizarra del Newcastle castiga al Athletic Club.
— Fútbol en Movistar Plus+ (@MovistarFutbol) November 5, 2025
Dan Burn pone el 1-0 en St James Park. #UCL #LaCasaDelFútbol pic.twitter.com/OZdZDczk39
La segunda parte fue un monólogo inglés. Más ritmo, más físico, más velocidad. El Athletic, pese a su empeño, fue perdiendo aire y convicción. Tres derrotas en Europa que reflejan una tendencia preocupante: solo dos victorias en los últimos 12 partidos, su peor racha con Valverde desde 2014.
Las cifras acompañan la sensación: el Athletic disparó más veces que su rival, pero sin efectividad. Burn marcó el sexto gol inglés en jugada de estrategia ante equipos españoles y, según BeSoccer, es ya la séptima victoria de un conjunto de la Premier ante uno de LaLiga en ocho enfrentamientos esta temporada.
Valverde cumplió 50 partidos como entrenador en Champions, pero el equipo sigue sin encontrar el equilibrio. Honestidad y valentía no bastaron en una noche que mostró la diferencia entre competir… y ganar.