El Aston Villa vive en modo vértigo

El Aston Villa vive en modo vértigo

El equipo de Unai Emery ya no se conforma con ganar; compite con una regularidad que empieza a sentirse inevitable. En Basilea, y ante un ambiente eléctrico que incluyó la presencia de Roger Federer en la grada, Aston Villa logró resolver un partido que se les complicó más de lo previsto (1-2) para sellar su octava victoria consecutiva entre todas las competiciones.

Un inicio que prometía más tranquilidad

El Villa se adelantó pronto gracias al tanto del marfileño Evann Guessand, que a los doce minutos activó la sensación de que el guion sería cómodo. Pero el Basilea, liderado por un Xherdan Shaqiri todavía decisivo a sus 32, se encargó de desmontar esa idea.

Shaqiri agitó el partido y el VAR impidió el 1-1

El conjunto suizo avisó primero con un remate de Léo Leroy, anulado por un fuera de juego milimétrico detectado por el VAR tras la posición adelantada de Dominik Schmid. Ese aviso creció seis minutos después: un magistral saque de falta de Shaqiri desembocó en el 1-1 de Flavius Daniliuc, premiando la insistencia local.

El Aston Villa encontró soluciones con Tielemans

El Basilea incluso rozó la remontada antes del descanso, pero Marco Bizot respondió con una salida clave ante Bernie Traoré. En cuanto Shaqiri empezó a perder físico —se marchó agotado a los 62’— también se desinfló el equipo suizo.

Y ahí apareció la pieza que cambió el partido: Youri Tielemans, que entró tras el descanso y se convirtió en brújula. El belga terminó siendo decisivo con un remate perfecto desde la frontal a pase de Buendía, certificando un triunfo trabajado y con carácter.

El Villa solo conoce un verbo: ganar

El Basilea resistió hasta el final, pero el equipo de Emery volvió a cerrar un partido con esa mezcla de orden, madurez y pegada que sostiene su racha. Ocho victorias seguidas y una clasificación europea que empieza a tomar forma seria.