Dortmund busca el milagro ante el Barça tras el 4-0

Dortmund busca el milagro ante el Barça tras el 4-0

El eco de una hazaña imposible: Dortmund desafía al destino en la Champions

La noche se cierne sobre Dortmund, pero el murmullo de Westfalenstadion aún no ha dicho su última palabra. Un 4-0 en contra frente al invicto Barcelona parece una lápida prematura para las aspiraciones del Borussia, pero Niko Kovac no quiere rendirse antes de tiempo. El técnico croata compareció en rueda de prensa con serenidad, consciente del abismo pero también de lo impredecible que puede ser el fútbol europeo.

«La noche se cierne sobre Dortmund, pero el murmullo del Westfalenstadion aún no ha dicho su última palabra. Un 4-0 en contra frente al invicto Barcelona parece una lápida prematura para las aspiraciones del Borussia, pero Niko Kovac no quiere rendirse antes de tiempo. El técnico croata compareció en rueda de prensa con serenidad, consciente del abismo, pero también de lo impredecible que puede ser el fútbol europeo.

«Queremos ganar el partido. No sé con qué diferencia, pero queremos mostrar otra cara», declaró Kovac, dejando en claro que si hay algo que su propio no puede permitirse, es repetir la versión desdibujada que mostró en el Camp Nou.

La gesta se antoja titánica. El Barça no ha perdido un solo partido en lo que va de 2025. Es sólido, vertical, y demostró en la ida una superioridad abrumadora. Pero los antecedentes tienen memoria: «Naturalmente recuerdo aquel Liverpool-Barcelona. Los milagros ocurren todo el tiempo», dojo Kovac, aunque aclaró que «la situación es distinta». Y vaya que lo es. Aquella noche en Anfield fue un huracán emocional. Hoy, en Dortmund, se necesita algo más que inspiración.

Kovac ha sido prudente. No promete remontadas, pero exige orgullo. «Debemos atacar con control, porque el Barça es letal al contragolpe», advirtió. Su análisis no es romántico: es táctico, es realista. Y también es humano. Porque ni siquiera sabe si contará con su capitán, Emre Can, que arrastra molestias en los abductores y se entrenó por separado.

“Siempre ha ido al límite, lo que hay que valorar”, subrayó Kovac sobre su líder silencioso. Porque, al final, esta historia va más allá del marcador. Se trata de dignidad, de competir aunque el destino ya haya escrito su versión.

En Dortmund saben que las montañas no siempre se escalan. Pero también saben que el fútbol es un deporte donde, a veces, lo imposible deja de serlo.