Cuando el sueño californiano chocó con la lógica inglesa
A veces, los cuentos de hadas necesitan un antagonista. Y esta vez, el Chelsea llegó para recordar que los gigantes, aunque cansador, no pierden el rumbo.
Los Angeles FC llegaba al Mundial de Clubes como invitado inesperado. Ilusión, energía, juventud… y un Lloris que parecía guardar en los guantes una historia por escribir. Durante varios minutos del primer acto, los angelinos se atrevieron a soñar. A tocar el balón, a mirar de frente a un Chelsea que parecía dosificar fuerzas, pero que nunca dejó de mirar el reloj con la calma del que sabe cuándo golpear.
Y golpeó.
Pedro Neto, que se movía como un pincel en el lienzo, encontró el primer tazo: un recorte seco, una definición precisa, y el arco de Lloris fue vencido con elegancia. Era el minuto 32 y la realidad —esa que marca las diferencias de presupuesto, experiencia y jerarquía— comenzaba a imponerse.
Pedro Neto opens Chelsea’s Club World Cup account 🔵
— B/R Football (@brfootball) June 16, 2025
(via @DAZNFootball)pic.twitter.com/j7DGI2ZqHE
El segundo tiempo trajo un cambio de guion. Olivier Giroud entró como una sombra experimentada en la noche angelina. Le dio aire al equipo de Steve Cherundolo, que rozó el empate con un disparo de Bouanga que exigió lo mejor de Robert Sánchez.
Pero como en las películas, donde el protagonista vuelve para dar el golpe final, Enzo Fernández sentenció con frialdad. Delap lo encontró en el área y el argentino empujó el balón al corazón del arco. 2-0. Partido terminado.
El Chelsea no brilló como otros gigantes europeos, pero no lo necesitó. Caminó, presionó cuando debía, y ejecutó con precisión quirúrgica. Ya piensa en octavos. LAFC, por su parte, se marcha con la derrota… pero también con una historia. Porque por unos minutos, hicieron temblar a un grande.