Barcelona regresa a semifinales tras 6 años de espera… en una noche de locura total
Durante más de una hora, el Barcelona fue un espectro de sí mismo. Tembloroso, nervioso, errático. Como si el pasado lo persiguiera, como si los fantasmas de Roma, Anfield o Lisboa quisieran entrar por la ventana. Pero esta vez, resistió. Cayó 3-1 ante el Borussia Dortmund, pero selló su pase a semifinales con un global de 3-5. Seis años después, el club blaugrana vuelve a estar entre los cuatro mejores de Europa.
¡Cayó el segundo tanto! ⚽️🔥 Bensebaini recentra de cabeza y encuentra a Guirassy para mandar el balón al fondo de las redes.
— Nayib MF (@NayibMF) April 15, 2025
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El inicio fue un vendaval alemán. Apenas al minuto 11, Guirassy convirtió un penalti a lo ‘Panenka‘ para dar vida al Signal Iduna Park. Era el 1-0. Dortmund lo intentó todo: presión alta, velocidad por las bandas, desequilibrio con Adeyemi y contundencia de Guirassy. El delantero ghanés firmó un hat-trick inolvidable que por momentos puso contras las cuerdas a los culés.
Cada ataque alemán parecía una amenaza de colapso. Szczęsny, figura silenciosa, evitó el desastre con una doble atajada. El gol en propia puerta de Bensebaini al 54′ le dio algo de oxígeno al Barça, pero no alivió la tensión.
¡Autogol! 🔥⚽️ Bensebaini contacta el balón que llegaba de un centro fuerte; no logra despejar y marca en su propia puerta.
— Nayib MF (@NayibMF) April 15, 2025
Se cae la noche para los locales. #ChampionsLeague • #BVBBarça pic.twitter.com/AaOFjkHaFY
La entrada de Pedri cambió el juego. Le dio sentido al mediocampo, serenidad en la circulación y una pausa vital. El Barça aguantó, pero no sin sufrimiento: Guirassy volvió a aparecer para marcar el tercero del Borussia y poner el global 3-5.
Los últimos minutos fueron un asedio. Como si cada centro fuera el último, como si el Dortmund supiera que estaba a un paso de la hazaña. Pero no bastó. El Barça resistió. Sobrevivió. Y renació.
Ahora, el equipo de Hansi Flick esperará al ganador entre Bayern e Inter. Pero esta noche, más allá del resultado, el Barcelona recuperó algo que había perdido hace tiempo: el espíritu competitivo en Europa.
