La tarde ventosa en Montjuïc fue testigo de un Barcelona voraz, un equipo que, con el título entre ceja y ceja, no dejó margen para la duda. En tan solo 30 minutos, el conjunto de Hansi Flick había asegurado su liderato con una exhibición de fútbol total y una goleada de 4-0 ante una Real Sociedad que, tras la tempranera expulsión de Elustondo, se vio en un callejón sin salida.
Un golpe temprano y la debacle donostiarra
El encuentro comenzó con la Real Sociedad mostrando una expresión asfixiante y la valentía de un equipo que no se achica ante los grandes. Pero el destino tenía otros planes. Corría el minuto 17 cuando Dani Olmo desbordó con maestría y Elustondo, en su intento por frenar la embestida, lo derribó siendo el último hombre. La tarjeta roja fue inapelable, dejando a la Real Sociedad en inferioridad numérica y sin margen de reacción. A partir de ese momento, el partido dejó de ser una contienda y se convirtió en una exhibición blaugrana.
Un Barça imparable: Martín y Casadó se estrenan
El Barcelona, con la voracidad de un depredador, olió sangre y se lanzó al ataque sin compasión. Lamine Yamal, desbordante de talento, generó la jugada clave que terminó con una asistencia sublime de Dani Olmo. Gerard Martín, debutante en el once inicial de Flick, aprovechó la oportunidad para firmar su primer gol como profesional con una volea magistral. Sin tiempo para la reacción donostiarra, un disparo de Olmo desde la frontal fue desviado por Marc Casadó, otro joven talento que estrenó su cuenta goleadora con la camiseta azulgrana. 2-0 y partido sentenciado antes de la media hora..
Araujo y Lewandowski completan la faena
En la segunda parte, el Barcelona bajó el ritmo, pero sin perder el control absoluto del partido. Pedri rozó el golazo con un disparo que besó el travesaño, mientras que Araujo, siempre atento en el área, cazó un rechace tras un cabezazo de Lewandowski para firmar el 3-0. El polaco, no conforme con su participación, también dejó su huella al desviar un disparo del propio Araujo y cerrar el marcador con el definitivo 4-0.
El resto del partido fue un monólogo de los catalanes y un ejercicio de resistencia de la Real Sociedad, que solo esperaba el pitido final para evitar una goleada aún mayor. Con este triunfo, el Barcelona se consolida como el equipo más en forma de LaLiga y afronta su compromiso europeo ante el Benfica con la moral por las nubes.