Cuando el sol de Craven Cottage brillaba como en un cuento inglés, el Liverpool vivió una pesadilla.
Un disparo mágico de Alexis Mac Allister parecía abrir las puertas del título. El argentino, con un golazo desde fuera del área al minuto 14, adelantaba a los Reds, que llegaban con una racha de 26 partidos invictos en la Premier League. Todo estaba encaminado: a falta de ocho jornadas, solo necesitaban 11 puntos para coronarse campeones por vigésima vez.
¡Golazo de Mac Allister! 🔴⚽️
— Nayib MF (@NayibMF) April 6, 2025
El argentino abre el marcador para el Liverpool ante el Fulham. #PremierLeague pic.twitter.com/JBCHhQ61Mb
Pero lo que siguió fue una tormenta disfrazada de sol.
Fulham respondió con furia. En solo 14 minutos, el equipo londinense destrozó la defensa del líder con una ráfaga de goles que dejó a Anfield sin aliento. Sessegnon, Iwobi y Muniz aprovecharon errores individuales que no se ven todos los días en un equipo como el Liverpool: desatenciones, despejes fallidos, pérdidas imperdonables.
Curtis Jones, jugando fuera de posición, falló en la cobertura del primer gol. Andy Robertson tuvo una doble pesadilla en el segundo: regaló el balón y luego desvió un disparo a su propia red. Finalmente, Virgil van Dijk, el inquebrantable líder, fue superado por Rodrigo Muniz en el tercero.
Liverpool intentó reaccionar. Luis Díaz y Harvey Elliott cambiaron el ritmo, Salah desperdició una clara y Elliott estrelló un tiro al travesaño ante su ex equipo. Pero el reloj corrió más rápido que la esperanza. El Fulham aguantó y logró una victoria de oro que los pone a tres puntos del Top 5, rozando la clasificación a la próxima Champions League.
Los Reds aún tienen 11 puntos de ventaja a falta de siete jornadas. Pero tras la eliminación en Champions, la final perdida de la Copa de la Liga y un derbi apenas ganado al Everton, la imagen de los de Arne Slot empieza a mostrar grietas. Las piernas pesan, los errores se acumulan y la presión empieza a asomar.
El título sigue al alcance, pero la fiesta tendrá que esperar. Y mientras tanto, la Premier se pone más interesante que nunca.