Salah y el destino: un doblete que pone al Liverpool en lo más alto

Salah y el destino: un doblete que pone al Liverpool en lo más alto

Cuando el destino llama, Mohamed Salah responde. El egipcio llegó al Vitality Stadium con una cuenta pendiente. Hace dos años, en esa misma portería, su penalti se marchó desviado en una derrota amarga para el Liverpool. Esta vez, con la misma calma con la que observa el arco rival antes de cada disparo, cobró venganza.

El partido no fue un paseo para los ‘Reds’. Andoni Iraola preparó un Bournemouth valiente, que no se arrugó ante el gigante de Slot. 49% de posesión, un gol anulado, dos disparos al palo y varias ocasiones claras. Pero si hay una ley en la Premier, es que la calidad decide. Y ahí, Salah es un juez impecable.

Un penalti polémico y un cierre de fantasía

Todo comenzó con una acción que levantó la polémica. Cody Gakpo avanzaba en carrera cuando Lewis Cook lo tocó por detrás. El árbitro no dudó en apoyarse en el VAR. La decisión fue discutida, las repeticiones trajeron más preguntas que respuestas. Pero la Premier League despejó cualquier duda en sus redes: había contacto. Y en el fútbol, lo que cuenta es el veredicto final.

Salah tomó el balón. No titubeó. Disparo fuerte y raso, imposible para Kepa. Su primer acto de redención estaba completo. Pero aún quedaba otro golpe maestro.

El Bournemouth, a pesar del golpe, se mantuvo en pie. Tavernier y Kluivert tuvieron el empate en sus pies, pero la precisión los traicionó. Y el castigo no tardó en llegar. Con un giro sutil y una rosca perfecta, Salah selló la historia con un disparo que dejó a Kepa como un espectador más.

Récords, presión y futuro incierto

Con estos dos goles, el egipcio alcanzó los 178 en la Premier League, superando a Frank Lampard y fijando su próxima meta en el argentino Sergio ‘Kun’ Agüero (184). Además, se afianza en la lucha por la Bota de Oro con 21 goles y 13 asistencias en la temporada.

El Liverpool se dispara a 56 puntos, con 9 de ventaja sobre Arsenal y Nottingham Forest. Ahora, los ‘Gunners’ tienen la presión de vencer al Manchester City para no ceder aún más terreno en la carrera por el título.

Pero hay una pregunta que ronda Anfield: Salah aún no ha renovado. Su contrato expira en junio y, de no firmar, podrá marcharse libre. Con cada gol, su precio sentimental sube. Con cada partido, la incertidumbre crece. ¿Será este su último baile en Inglaterra?