Remontada épica del Real Madrid: del abismo a los cuartos de la Copa del Rey.

Remontada épica del Real Madrid: del abismo a los cuartos de la Copa del Rey.

El Bernabéu, escenario de redención y sufrimiento

El Santiago Bernabéu, lugar de noches históricas y cuentos de hazañas, comenzó 2025 envuelto en una atmósfera tensa. La derrota en la Supercopa aún ardía en la memoria de los aficionados, quienes dejaron claro su descontento con silbidos a varios jugadores durante el calentamiento. Tchouaméni, principal receptor de los abucheos, fue símbolo de una afición que exigía respuestas inmediatas.

El duelo contra el Celta no solo prometía un pase a cuartos de final, sino una oportunidad de reconciliación. Y el guion de la noche no defraudó.

Un inicio sin rumbo, pero con intensidad

El Celta comenzó decidido, controlando el balón y avisando con un cabezazo de Starfelt que rozó el gol. Aunque el Madrid tomó terreno, su juego carecía de chispa. En el minuto 40, Mbappé desató la magia con una carrera electrizante y un zurdazo que silenció las dudas momentáneamente.

En la segunda mitad, Vinícius duplicó la ventaja tras un contragolpe mortal, pero el Madrid no cerró el partido. El Celta, como un ave fénix, resurgió en los últimos minutos. Camavinga cometió un error que derivó en el 2-1, y un penalti en el añadido permitió el empate de Marcos Alonso.

Prórroga de redención

Los fantasmas del pasado se cernían sobre el Bernabéu, pero la prórroga fue territorio blanco. Endrick, con su descaro juvenil, puso el 3-2 con un gol brillante. Valverde firmó un golazo inolvidable, y nuevamente Endrick selló la noche con un recurso de tacón.

El Real Madrid cerró el partido 5-2, pero no sin antes dejar a sus aficionados con el corazón en un puño. Ancelotti y sus pupilos avanzan a cuartos con la lección aprendida: en el Bernabéu, el esfuerzo y la magia siempre encuentran su lugar.