El City celebra, pero su crisis sigue latente

El City celebra, pero su crisis sigue latente

500 partidos. Una cifra que en cualquier otro momento sería motivo de celebración para Pep Guardiola al frente del Manchester City. Sin embargo, este hito llegó en un contexto inesperado: un equipo que bordea el abismo, enfrentándose a una crisis tan profunda como inédita. En el King Power Stadium, el City venció al Leicester 0-2, pero más allá del marcador, dejó una exhibición que sigue sembrando dudas.

Era imperativo ganar. Con apenas una victoria en los últimos 13 encuentros, los citizens necesitaban algo más que puntos: confianza. Savinho y Haaland firmaron los goles que, por el momento, maquillan un presente gris. El City dominó en posesión en los primeros minutos, pero el 85% inicial pronto se diluyó hasta cerrar el partido con un 45%. Su defensa, liderada por Gvardiol y sostenida por Stefan Ortega, permitió demasiadas libertades a un Leicester combativo, que incluso estrelló un cabezazo en el poste.

El equipo de Guardiola, conocido por su precisión milimétrica y presión asfixiante, hoy parece una sombra de lo que fue. Rodri, la brújula en el mediocampo, sigue ausente, y sin él, el City se desmorona en cada transición defensiva.

A pesar del triunfo, los vigentes campeones de la Premier League se enfrentan a un futuro incierto. El PSG los espera en la Liga de Campeones, un desafío que luce monumental si no recuperan su mejor versión. Mientras tanto, en Leicester, el técnico rival Ruud Van Nistelrooy encajó su cuarta derrota consecutiva, complicando aún más la permanencia de los foxes.

Guardiola celebrará sus 500 partidos, pero las alarmas están encendidas. El Manchester City sigue en alerta.