En Newcastle, el verano no ha sido un festín de fichajes, sino un banquete servido con platos vacíos. La afición esperaba un golpe sobre la mesa, pero lo que ha llegado son noticias de oportunidades perdidas. La más reciente, reportada por The Athletic: Benjamin Sesko vestirá la camiseta del Manchester United, otro objetivo que se les escapa de las manos a los de Eddie Howe.
El reloj avanza y el mercado se cierra en tres semanas. Mientras la mayoría de clubes ya reforzaron su ataque con nombres como Viktor Gyökeres, Liam Delap y Victor Osimhen, el Newcastle sigue buscando al hombre que lleve el gol a St James’ Park.
Entre las cartas sobre la mesa hay un nombre que no necesita mucha presentación para el club: Yoane Wissa, delantero del Brentford seguido de cerca desde hace tiempo. Con 19 goles en la última temporada y un instinto letal en el área —su xG por disparo de 0.21 solo es superado por Erling Haaland—, el congoleño aporta algo más que goles: presión alta, movilidad y la capacidad de arrastrar defensas para liberar espacios a sus compañeros.
Si el plan no pasa solo por Wissa, la lista de candidatos es clara. Nicolas Jackson, del Chelsea, ofrece velocidad y rupturas a la espalda del último defensor. Su calificación de 83/99 en «Runs in behind» según SkillCorner lo convierte en un dolor de cabeza para los defensas, aunque su puntería todavía genera debate.
Otra opción es Jørgen Strand Larsen, fichado recientemente por los Wolves tras un préstamo exitoso en el Celta de Vigo. El noruego, un ‘9’ clásico de 1.93 metros, firmó 14 goles en la liga con una precisión demoledora: 61% de tiros a puerta y solo dos disparos desde fuera del área, ambos gol.
Mientras, el eco de la grada pide un fichaje que no solo sume goles, sino esperanza. Porque, si algo ha dejado claro este verano en Newcastle, es que el gol… no puede esperar.