Isak, aislado y al borde de un récord británico

Isak, aislado y al borde de un récord británico

Alexander Isak llegó a Newcastle como un príncipe escandinavo dispuesto a liderar una revolución. En 2022, el club desembolsó 63 millones de libras para traer al delantero sueco desde la Real Sociedad, en una apuesta que prometía goles, títulos… y gloria. Dos años más tarde, tras marcar 62 goles en 109 partidos, incluido el que le dio a los ‘Magpies‘ su primer trofeo nacional en 70 años —nada menos que ante Liverpool en la final de la League Cup—, su historia ha dado un giro inesperado.

Isak, de 25 años, no ha disputado un solo minuto en la pretemporada del Newcastle. No viajó a Singapur ni a Corea del Sur con el equipo. Según el club, se trataba de una leve molestia en el muslo. Pero lo que sorprendió fue su elección de lugar para continuar su recuperación: volvió a España, a entrenar con su exequipo, la Real Sociedad.

A su regreso a Inglaterra, la situación se tensó aún más. Sky Sports informó que el jugador fue apartado del grupo y obligado a entrenar solo, una decisión que refleja la postura firme del técnico Eddie Howe:

“Tienes que ganarte el derecho de entrenar con nosotros. Nadie tiene privilegios aquí”, declaró Howe a los medios.

Mientras tanto, Liverpool sigue al acecho. Los ‘Reds’ ya ofrecieron £110 millones por Isak, pero la propuesta fue rechazada. Newcastle exige al menos £150 millones, lo que convertiría la operación en un nuevo récord de la Premier League. Aunque Liverpool ha gastado más de £250 millones este verano (Ekitike, Wirtz, Kerkez y Frimpong), también ha recaudado sumas importantes con las salidas de Luis Díaz, Alexander-Arnold, Kelleher, Quansah y Tyler Morton. Además, Darwin Núñez está cerca de cerrar su traspaso al Al Hilal saudí por £46 millones, lo que podría reactivar el fichaje de Isak.

Pero Newcastle no puede vender sin antes fichar. El club fracasó en sus intentos por incorporar a Joao Pedro, Hugo Ekitike y Liam Delap, y ahora compite con Manchester United por el fichaje de Benjamin Sesko, del Leipzig.

El futuro de Alexander Isak pende de un hilo. De ser el ídolo de St. James’ Park a entrenar en solitario, mientras media Europa discute su precio. Entre negociaciones, egos y millones, su historia se escribe al filo de un traspaso histórico.